
Alguien me dijo una vez que era demasiado idealista y que debía ser más pragmática. Es curioso, yo también lo pienso y, sin embargo, no puedo hacerlo. Es algo que no controlo, simplemente dejo a mi intuición equivocarse; para ser justos, también acierta de vez en cuando. Gracias a ella, he encontrado a grandes personas que hacen que mi vida tenga más sentido, sea más bonita en todos los aspectos. ¿A costa de qué? De resoplidos, algunos "me equivoqué", otros "no era como me esperaba", "me traicionó", y el resto del repertorio lastimero que se desenrrolla cuando te das de bruces con la cruda realidad.
Por mucho que lo intente, no creo que pueda evitar que me engañen. Intentarán jugar conmigo. Podrán hacerme creer algo que no es cierto, incluso puede que abra mi corazón a quien no lo valora ni lo merece.
Sin embargo, por más que duela, soy una mujer de principios. Y el primero de todos es esencial. Antes del "no", siempre daré una oportunidad.
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